miércoles, 30 de noviembre de 2011

Pupila y palabra XXVI



 Sombras


Reverberaba la luz en las paredes y las sombras acudían a cubrir mi huída. El silencio del mediodía restallaba en las azoteas, haciendo del sol el único dueño del silencio.
Allá abajo, en la playa, las olas cedían el cuerpo de un ahogado.

La cal de los muros coloreaba un lamento. Un niño había caído al mar de las Cícladas, el mar de los rostros de mármol, milenariamente modernos. Un niño con el que iba a la escuela, que me regaló uno de mis gatos preferidos, uno entre todos los gatos griegos.

Subía los escalones de piedra y con cada paso, me acercaba a la vida real, la de las líneas quebradas, rotas. Los rectángulos, los cuadrados, encerraban un misterio incapaz de penetrarlo.
Sin saberlo, pero con el aroma de lo que se aproxima, sentía que las sombras no eran sólo las que me iban protegiendo hasta mi casa.
Hube de intuir el pálpito de la soledad, la creciente marea de lo incomprensible, una herida ya para siempre.
La luz diáfana y eterna me conducía, veloz, por la escalera de la muerte.


Dos mil quinientos años antes, un joven griego es enterrado en Paestum, Nápoles. Queda de su tránsito por la vida, una bellísima pintura en la tumba donde reposaba.
Mi pequeño homenaje a quien lo pintó, en el blog EURO – PA- LABRA.


Fotografía de H. Cartier-Bresson, Isla de Sifnos, Grecia (1961)

Gracias a Elvira y a Isabel.
Ellas saben el porqué.

71 comentarios:

  1. Siempre me impresiona tu manera de pintar con palabras escenas precisas y preciosas. Hoy nos dejas entre estas sombras y a través de ellas vislumbramos un pasado que no conocimos, pero que alguna partícula de el habrá quedado y sobre ti se posó.

    Me encanta tu rica prosa.

    Besos

    ResponderBorrar
  2. Una partícula que luego pasa a los que vienen por aquí. Gracias, Trini.

    ResponderBorrar
  3. Le agradezco a Cartier-Bresson que te inspirara esta hermosa prosa, querida Virgi.

    Besos

    ResponderBorrar
  4. Y a tí, como ya dije, que la colgaras. Para hipnotizarme.
    Un beso, Elvira

    ResponderBorrar
  5. La cal de los muros tatuada en tus palabras, la vida, se palpa y se disfruta en ti, en tu forma de pintar poesía.

    Un abrazo, canalla!

    ResponderBorrar
  6. ¡Ay, Maite, tu canalla siempre es tierno! Besitos

    ResponderBorrar
  7. Es duro ese momento en el que uno se da cuenta de la brevedad (a menudo) de la vida; ver la muerte desde tan cerca nos cambia profundamente para siempre.

    BsoT.

    ResponderBorrar
  8. Diria mesmo que era uma tela pintada a óleo!

    ResponderBorrar
  9. Gran foto de Henri Cartier-Bresson y una hermos historia hilvanada por ti.

    Un beso, querida Virgi.

    ResponderBorrar
  10. Me parece un relato muy potente, donde, sin concesiones a la ñoñería, se refiere una terrible historia, la terrible historia de la vida, tan ligada a la muerte que nos ronda a todos; a algunos, como a este niño, antes que a la mayoría.
    Me gusta mucho el simbolismo de las escaleras y sus imperfecciones, roturas, grietas, rectángulos y demás aplicado a la gran grieta que se abre cuando uno es consciente de la muerte, cuando uno corre para huir de ella, para perderse de su ángulo de visión. ¡Precioso!

    ¿Y qué decirte de "El nadador"? Muy bello ese micro, ya te lo dije en Euro-pa-labra.

    Besos, pero muchos, muchos.

    P.S.- Estoy feliz de observar que desempolvas estas prosas tan atinadas.

    ResponderBorrar
  11. Huir, huir...hacia arriba.
    Kuss

    ResponderBorrar
  12. Ya que tanto se prohibe, debería estar prohibido morirse bajo el sol, o entre las calles blancas que huelen a salitre y a mar. Debería estar prohibido morirse siempre.
    Ya que no es así, me gustaría morir entre jazmines y en una calle blanca bajo el sol.

    Te quiero, Virgi, con besos de mar y fondo aguamaril.

    ResponderBorrar
  13. este relato estremece, como las sombras que nos acompañan siempre.

    ResponderBorrar
  14. Siempre me asedes sacar a un cuombra lo que le puadro. Precioso relato de recuerdos infantiles y dolor de las primeras pérdidas.
    Besicos muchoapa.s gu

    ResponderBorrar
  15. He sentido la cal en los ojos.
    Qué belleza de entrada.
    Besos.

    ResponderBorrar
  16. El Drac ha dejado un nuevo comentario en su entrada "Sombras":

    Esa pintura es preciosa, y tu texto vaya que me ha sacado las palabras y sentimientos de la boca; en un principio pensé que se trataba de una fotgrafía, es muy bella simplemente. Un abrazo.

    ResponderBorrar
  17. Qué bellos cuadros de palabras compartes con los que te seguimos. Me dejas impactada cada vez que vengo hasta tu casa.Vivir, sentir....la muerte cerca nos cambia para siempre.
    Eres grande, virgi, tu prosa de hoy estremece.

    Esa manera tuya de mirar la vida es tan especial...
    Un abrazo

    ResponderBorrar
  18. Un texto muy bello, virgi, lleno de mediterraneidad con todo lo que ello tiene de iniciación a la vida y a la muerte. Y precioso el poema que te inspiró ese tuffatore... Enhorabuena.

    ResponderBorrar
  19. Gracias, Isabel, un halago grande tus palabras. Tú si que eres un pozo de sabiduría.
    Un abrazo grande.

    ResponderBorrar
  20. Con tus palabras no hace falta pintura alguna, pero es que además la pintura es tán bonita. Debe ser la luz que da paz.
    Y tú.

    Un beso!

    ResponderBorrar
  21. Eres una monada, Sue, gracias por esas frases tan calentitas y transparentes.
    Muak muak muak!!!

    ResponderBorrar
  22. Entre luces y sombras transcurre la vida esperando la huída final.
    El silencio se adueña de la vida real y la cubre de nostalgias.
    Cuando aprendemos esa soledad, lástima que ya acariciemos el ocaso.
    Es una joyita más de las tuyas.
    Poesía hecha palabra, eso eres.
    Besos, tesoro.

    ResponderBorrar
  23. ¿Cual es el cuadro? ¿El que se ve, o el que se lee? Le das vida a las imágenes.. Sencillamente, magistral.



    besos

    ResponderBorrar
  24. Son difíciles esas escaleras, la penumbra y la luz como un presagio. Yo me dormía cada día con el rumor de las olas y pensaba que la eternidad tenía que ser algo así. La certeza de saber que el infinito siempre estaba tras la ventana, que había estado siempre y que estaría ahí eternamente, no me dejaban dormir. Solo el rumor me hipnotizaba, como un presagio, para caer dormido al fin. Cada noche.

    Un abrazo.
    Chuff!!

    ResponderBorrar
  25. Hermoso encadenamiento el que nos ofreces de pinturas, sombras, luces, puertas, escalones... La fotografía no sé si está retocada o es una foto real de los años 60. Pero me ha llenado el ojo también para pintarla ¿es foto o es pintura?. ¿es foto retocada?. Magnífica la descripción de la niña subiendo las escaleras. Me veo en ella, apurando los años cómo si no quisiera que me pillaran... Consciencia de la vida y la muerte. Consciencia del paso de los años... Especialmente me ha encantado este relato. Especialmente la foto. Especialmente el encadenamiento con el otro sitio a través de las personas que mencionas. Gracias.Un abrazo Virgi

    ResponderBorrar
  26. Plástica y palabras combinadas, excelente. Un beso.

    ResponderBorrar
  27. La foto me encanta (Cartier Bressson es mi fotógrafo preferido) y el texto magnífico para la foto.
    Besos

    ResponderBorrar
  28. Estremece pensar que, millones de días después, sería evocado por otra persona

    ResponderBorrar
  29. Virgi, solo paso a despedirme. Desconecto durante un tiempo. Que te vaya todo bien.

    Besos.

    ResponderBorrar
  30. Querido Thornton, me conmueve tu delicadeza. Un abrazo, seguimos en contacto por otros medios (si fuera menester).
    Un abrazo, Profe.

    ResponderBorrar
  31. y éste era el relato que esperábamos (lo espero desde tu comentario en el blog de elvira).

    me inclino ante tus letras, maestra*

    ResponderBorrar
  32. ¿Sabes? Me he olvidado de que estabas ahí. Como si no hubiese intermediario entre la historia que cuentas y yo -el lector-. Y, no sé, pero me parece que eso es decir algo muy bueno de tu escrito, aunque no estés. Pd.- En caso contrario, no me lo tengas en cuenta ;)

    ResponderBorrar
  33. Entre las sombras, te dejo mi abrazo emocionado.

    Ymilbesos.

    ResponderBorrar
  34. Virgi, he llegado más pronto, antes de que las sombras te recluyan tras las puertas.
    Cartier Bresson fue un genio.
    Y tú has escrito un texto precioso, inquietante como la imagen.
    Besote

    ResponderBorrar
  35. La verdad es que el relato es muy claro a pesar de que habla de sombras, supongo que ahí está el exito de la fotografía del contraste, bueno, te ha quedado una buena imagen literaria con las palabras.

    Un besazo.

    ResponderBorrar
  36. Podría ser la espoleta para iniciar un relato novelado. Cartier-Bresson era un mago de la fotografía, celebro tu inspiración al respecto.
    Un pequeño apunte, en la frase: "con el aroma de lo se aproxima". Creo que sería más idóneo: "con el aroma de lo que se aproxima".
    Besos mientras descanso de la laberíntica gramática inglesa.

    ResponderBorrar
  37. ¡Claro, es que eso es lo que decía en el original que escribí! Menos mal que te diste cuenta y me lo has dicho. Millones de gracias, ahora mismo lo corrijo.

    ResponderBorrar
  38. dibujas muy bien las tristezas con tus letras, el mar tan bello y tan voraz al mismo tiempo.

    UN BESICO.

    ResponderBorrar
  39. Estremecedor relato, me ha gustado mucho. Y esa foto, increíble.

    Besos, Virgi

    ResponderBorrar
  40. Por algo la infancia se entierra en un ataud blanco.

    Besos, Virgi.

    ResponderBorrar
  41. Oye, qué buena la imagen de Cartier-Bresson.

    La base de las fotografías en B/N es esa. El alma son la luz y las sombras.

    ResponderBorrar
  42. La vida y la muerte se encuentran y se separan a través de milenios... Da casi pánico pensar en la distancia del tiempo.
    Has creado una pintura milenaria.
    Precioso.

    Bsos.

    ResponderBorrar
  43. La sombra de la soledad tiene a veces formas caprichosas...

    Iré a verte en ese sitio que nombras.

    Me gusta cuando te extiendes en las letras bien escritas.
    Besicos

    ResponderBorrar
  44. Tienes arte en tus letras, sabes como describir perfectamente las imágenes que vienen a tu mente. Las que te han sido inspiradas.
    Gran texto.

    ResponderBorrar
  45. Me has dado una alegría, Fero, con tu visita. Pensaba que ya no estabas en estas cosas. Voy pa'llá.
    Un abrazo grande y gracias por tus palabras.

    ResponderBorrar
  46. Un retrato perfecto de un tragedia bien griega. Abrazos.

    ResponderBorrar
  47. Cartier-Bresson estaba tocado por algo divino. Sus fotos son de otro mundo. Has hecho un relato muy apropiado. Un abrazo

    ResponderBorrar
  48. Como dice Sabina: La muerte es igual que la suerte con una letra cambiada.
    No temo a morir desde hace mucho tiempo, entiendo que es un ciclo por el que debo pasar y mejor, si estoy preparada para ello. Lo que no concibo y en eso soy intransigente, es a no vivir el tiempo que me queda.
    Cuando uno se va, mi Virgi querida, no queda más que el recuerdo que anidan en los otros y que bellísimo recuerdo ha sido el que ha dejado este chico.
    Hermoso relato!
    Un besito.

    ResponderBorrar
  49. Es curioso que sólo desde las sombras puedas descubrir la poesía de la luz, ¿no crees? Vivimos en un contraste que parece diseñado para enseñar. Un abrazo.

    ResponderBorrar
  50. La poesía de la luz, el valor de la vida.
    Las sombras nos enseñan, hemos de aprender a caminar con ellas.
    Otro abrazo para ti, Psycomoro.

    ResponderBorrar
  51. en tu escrito veo a alguien correr hacia la liberación que da la muerte, mientras desfilan imágenes de lo que fue...
    hermoso, tristemente bello
    saludos querida amiga

    ResponderBorrar
  52. solo puedo darte la enhorabuena por estas palabras y ese recuerdo tan doloroso del niño que murió ahogado en el mar y por los versos de EL NADADOR.
    y es cierto, impresiona tu modo de narrar un suceso tan triste e impactante para una niña como es la muerte de otro niño o de otra persona.

    me encantó Virginia.

    un abrazo

    ResponderBorrar
  53. Las grandes obras nos airean la mente. Y los fotos de Cartier-Bresson tiene suficiente oxígeno para regalar y volver de nuevo a respirar más. Aparte de que fue un tipo de lo más interesante, su colección no tiene desperdicio.
    Tu relato es triste, pero es que la foto carga con algo misterioso y grave.
    Un abrazo, Virgi.

    ResponderBorrar
  54. Esas cosas pasan en sitio soleados con paredes blancas...
    ¡qué bueno leerte!

    Abrazos,

    ResponderBorrar
  55. Como por aquí mismito tal vez, Alkerme? Besitos

    ResponderBorrar
  56. Si supiéramos donde están nuestros ancestros, respetaríamos más a los griegos...

    Besicos

    ResponderBorrar
  57. Buena visita, Belén. Gracias por tus lúcida concisión. Besitos

    ResponderBorrar
  58. Las pintura, las fotografía, la literatura, congelan los gestos.

    Es un relato precioso. Cada día me doy más cuenta de que dos mil quinientos años no es nada.

    Al ver la foto pensé en en la arquitectura popular canaria, pero al ver el gesto congelado de la niña del fondo recordé a Cartier, nadie ha logrado hacerlo como él lo hizo.

    También visité a Elvira, Isabel y EURO-PA-LABRA, un plcer todo.

    Bs.

    ResponderBorrar

  59. · Lo repito aquí... de tus palabras, que decir que tú ya no sepas...

    · Saludos desde hayedos desnudos

    CR & LMA
    ________________________________
    ·

    ResponderBorrar
  60. Un fenómeno, sí, Cartier-Bresson.
    Mi admiración a su obra y su pensamiento.
    Gracias por el afecto y las palabras de aliento, muchos besos.

    ResponderBorrar
  61. Una foto del maestro. Una maravilla: su talento y una pequeña Leica y su objetivo de 50.

    Una historia cruzada con ese grabado del nadador, precioso, o del saltador suspendendido, que no lo sabemos, que se enreda con tu texto y que redondea esta enigmática entrada.

    Besos,

    ResponderBorrar
  62. Gracias, Tesa, un placer, de veras de veras, leer las palabras que me pones. El genio de CB nunca pasará. Es lo que tienen los grandes.
    Un abrazo muy cariñoso, tesoro.

    ResponderBorrar
  63. Casi no llego, pero he hecho un buen recorrido, me falta la última. Todo estupendo, Virgi, el cuento navideño me gustó mucho.

    ResponderBorrar
  64. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

    ResponderBorrar
  65. ...si no vuelvo (estoy liada), que pases unos días muy felices.
    Besoooooos

    ResponderBorrar
  66. Contemplar la desolación y el sufrimiento entre la luz y la paz nos hace tan conscientes de nuestra inminente desaparición que nos quedamos sin saber qué hacer.

    Ya que nada nos salvará disfrutemos y hagamos disfrutar de cada instante. Gracias Virgi.

    Un beso

    ResponderBorrar
  67. Las gracias serán para ti, Gaia, que aportas siempre una visión amplia y distinta. Un abrazo, voy a verte.

    ResponderBorrar
  68. Una página de prosa brillante que da rabia que se acabe.

    ResponderBorrar
  69. Un piropo inmenso, Rubén.
    Gracias.
    Muchísimas.

    ResponderBorrar