Cuando vivías en la casa africana, trepaba al cuello de la jirafa y me descolgaba en tu balcón. Los monos aullaban tímidamente, sabedores de la aventura que guiaba mis pasos, y las garzas, bajo el alero, se hacían las distraídas, oteando el horizonte por si había que emprender el vuelo.
En aquel paraje de sabanas y rugidos de león en la maleza, fui feliz como un baobab cargado de agua, tanto amor me hacías sentir.
Ahora que te mudaste al edificio musical, mi amada Julieta, las notas de las tubas y los clarinetes, apostados en la fachada y retorcidos por las manos de un albañil inexperto, me impiden oír tus gemidos de placer. Ya no percibo tu voz tenue y enamorada y ni siquiera consigo escuchar el entrechocar de las espadas en los callejones.
El azul me aparta de tus ojos y no atino a comprender la razón de estos caprichos. ¡No sabes cuánto extraño aquel primer balcón de nuestros encuentros!
En aquel paraje de sabanas y rugidos de león en la maleza, fui feliz como un baobab cargado de agua, tanto amor me hacías sentir.
Ahora que te mudaste al edificio musical, mi amada Julieta, las notas de las tubas y los clarinetes, apostados en la fachada y retorcidos por las manos de un albañil inexperto, me impiden oír tus gemidos de placer. Ya no percibo tu voz tenue y enamorada y ni siquiera consigo escuchar el entrechocar de las espadas en los callejones.
El azul me aparta de tus ojos y no atino a comprender la razón de estos caprichos. ¡No sabes cuánto extraño aquel primer balcón de nuestros encuentros!
Fotos Virgi
Dresde
· Dresde Dresde nos traes estres extreñes casas, en las que cualquier Romeo puede encontrar a su Julieta, siempre y cuando no se dresdespere. La música viajará dresde de una fachada a la otra y las jirafas tocarán las tubas en tanto monos saltarán dresde unas notas a otras para dresorientar a los amantes sin balcón.
· Saludos dresde mi balcón
CR & LMA
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preciosas las imágenes junto a la cadencia que emanan tus letras
ResponderBorrarun abrazo
Pues lo que es a mí me encantan las dos casas. excelente texto.
ResponderBorrarUn abrazo
También a mí me encantan las dos casas e incluso prefiero la segunda por sus variados azules.
ResponderBorrarPero si Romeo prefiere el cuello de la jirafa para ascender, en vez de la escala, hacia el balcón de Julieta es libre de hacerlo.
Un abrazo, Virgi.
Dios!
ResponderBorrarY lo mío, que habito... ¡tan tétrico y colmenero!
Pasé a saludarte, vecina.
En las estación de las lluvias nos bastaba con el repiqueteo sobre la hierba y en los árboles. Ahora hay que tocar los instrumentos de la forma adecuada para que vuelva a sonar la lluvia y nunca como entonces. Nos hemos vuelto especialistas, técnicos. Pero también distinguimos ahora modulaciones mínimas que entonces ni siquiera intuíamos que existían.
ResponderBorrarQue casas tan bonitas para vivir.
ResponderBorrarBesos
Y es que en hermosísimas casas como las que nos traes es posible todo, desde los grandes amores hasta el desamor más doliente.
ResponderBorrarAdemás el clima de Dresde es inmisericorde. Hay que tomar un vapor de vuelta, de la forma que sea.
ResponderBorrarLa sabana está preparando el recibimiento.
Precioso texto y fotos.
Un abrazo desde Andalucía.
Qué belleza tu mirada: color y música. Ritmo.
ResponderBorrarBesos.
Pues a mi me parecería extraordinario el vivir en un edificio así, prefiero el azul, aunque el verde no está mal tampoco:)
ResponderBorrarClaro que parece ser que a la protagonista de este texto le gustaba más el verde, o mejro dicho, lo que vivia en el verde.
Besossss
¿También has estado en Dresde? La verdad es que las fachadas son una pasada. Yo también soy una aficionada a fotografiar fachadas bonitas.
ResponderBorrarY bueno, el texto Virgi, es precioso. Uno de los que más me han gustado de este tu Blog poético.
Jolín, precioso.
Un beso, corazón de mudanza :)
Enternecedor y entrañable Virgi,
ResponderBorrartanto las fotografías como las palabras, como tu.
Se complementan las casas, pues la musica amansa a las fieras ("amorosas").
ResponderBorrarun besorión
Que vuelvan a la casa africana.
ResponderBorrarPero ya.
Excelente Virgi.
Besos.
Todo muda, es ley de vida. Quizá el fin lo llevemos con nosotros en nuestra ansía por tener siempre un principio.
ResponderBorrarUn beso Virgi
La verdad es que en el edificio verde se puede vivir muy bien, aunque el azul tampoco está mal... Sigues tejiendo historias sorprendentes.
ResponderBorrarBesos hacia Dresde o hacia donde quieras que estés.
Desde el punto de vista estético me inclino por el segundo edificio. Claro que lo importante es la experiencia interior.
ResponderBorrarSaludos.
Me gustan esos edificios con alma y color de Dresde. No conozco esta ciudad y es un buen aperitivo.
ResponderBorrarMe enterneció tu Romeo que se desconcierta con la música y prefiere a su Julieta entre animales custodiada.
Siempre me deslumbra esta imaginación tuya al compás de las imágenes.
Ah, y me gusta más la foto actual: mi Virgi pensativa, custodiada por un árbol. Interesante y profunda, definitiva.
Un beso enorme, de los grandotes inmensos.
Resulta impresionante tu capacidad de mirar, Virgi; hallar esos rincones que dicen cosas al oído, belleza estátic que hace mover el mundo de la poesía. Besos.
ResponderBorrar¡Sin palabras! ... como siempre. ¡Felicidades!
ResponderBorrarUna paciente de hace muchos años acabó en dresde de Erasmus.. no me dieron las vacaciones cuando lo pedí y me perdí el viaje... ¡mala pata!
ResponderBorrarBesicos
¡Qué precioso! Has utilizado una linda manera de sorprendernos ¡románticamente! te felicito es un post realmente bello. Un gran abrazo
ResponderBorrarPrecioso texto lleno de nostalgia y melancolía.
ResponderBorrarBesitos querida Virgi.
Ojos de poeta y corazón de fantasía, eres estupenda.
ResponderBorrary te quiero.
Con un panorama así, hay que hacerle caso a Romeo y mudarse al primer balcón. Preservemos el amor, pocas cosas hay tan hermosas.
ResponderBorrarBesos, Virgi
¡Ah, y preciosas fachadas que te han inspirado tan oportunamente!
ResponderBorrarEl mundo siempre está cambiando de pellejo... de residencia. De moral...
ResponderBorrarSaludos y un abrazo.
Qué bonitas.
ResponderBorrarQué fachadas más alegres.
Jajajajaj
ResponderBorrarqué monada , y cuánto ritmo...
si es verdad que el exterior influye en el interior y viceversa, ahí sólo deben vivir almas libres y /o músicos.
Besitos.
Eso tienen las mudanzas... cada vez que nos vamos de un lugar, algo se queda atrás.
ResponderBorrarQue bonitas las imágenes, que nostálgicas las letras.
Un besito.
¡vaya dos! Irse a amar tan lejos, en casas tan modernas. Imposible tener tranquilidad.
ResponderBorrarje je je,me encantó
Auch, se me antojó vivir así, mudarme de una casa africana a una musical... y luego que Virgi me hiciera un relato así de bello.
ResponderBorrarUn beso querida
¡Qué bueno!
ResponderBorrarYo me quedo con la primera casa :)
besos
¡Y yo, mira que espabilado!
ResponderBorrarBesitos de balcón a balcón.
Me gusta la cas verde, verde en contacto con la naturaleza. De ahí provengo.Pero no puedo dejat de estar y, por enede, de participar de la casa de la música.Toda vibración en esta última casa siempre me lleva a la primera y por nada del mundo puedo abandonarla. Por eso me gusta sentirme entre estas dos casas que hoy nos has traído. Y de nuevo tus imágenes me hacen soñar. Gracias. Besos, besos y más kisses.
ResponderBorrarPreciosa entrada. Escribes como los ángeles y es un deleite leerte. Y las ilustraciones no envidian a las palabras.
ResponderBorrarEs una entrada preciosa...."el corazón de mudanza". Me recordó esta canción:
ResponderBorrarhttp://www.youtube.com/watch?v=J_-YjCEgAtU
Las imágenes son fantásticas, me encantan.
Un abrazo
Fotos increíbles, sumamente originales los edificios. Pero lo que más me gustó fueron esas palabras que acompañaron las imágenes.
ResponderBorrarUn abrazote
pobre Romeo! no es capaz de afrontar estos tiempos posmodernos!
ResponderBorrarqué delicia de texto! me voy a dormir con una sonrisa.
besos,Maga*
(y dónde están esos edificios?)
ya leí!ya leí! es en Dresde!
ResponderBorrarbesitos,y buenas noches*
Yo quiero ir a ese lugar. Qué padres edificios.
ResponderBorrarAbrazos.
G
AYYYY
ResponderBorrarQUE BELLEZAAAAAAA
YO TAMBIÉN QUIERO BALCONES
DUROS DE TREPAR
CON JULIETAS NOBLES, CON ROMEOS FUERTES
Y SONRISAS..
DE AMBOS LADOS! extraña mudanza
me quedo con la musica de todas formas!!
un gusto, y pasaré seguid
un placer encontrar tu blog
nati en www.loca-mente.com.ar
Todos habitamos en la jungla.
ResponderBorrarUna gran pérdida no escuchar un gemido de placer. Aunque la fachada no lo desmerezca. Besos.
ResponderBorrarLas casas que marcan la vida y dan color a nuestros amores. Hermoso lo que has escrito. Abrazos.
ResponderBorrar¡Ya me gustaría recibir a mi Romeo de esas formas tan originales! ¡Qué bien se lo montan! Esperemos que no tengan un final dramático.
ResponderBorrarBesos, campeona de ideas.
Absolutamente de acuerdo con Romeo.
ResponderBorrarEl texto, las imágenes....desprenden romanticismo.
Es que eres genial, Virgi.
Besitos
Leo en un comentario que los edificios son de Dresde. ¿Sí? No la conozco pero como se la cargaron los aliados, viejitas, niños, cobradores de guaguas, etc, vivan los efectos colaterales, todo debe ser nuevo... Una vez leí una cosa terrible de Vonnegut: cuando salió del refugio antiaéreo, no había ciudad... El cuento, redondo. Así que además de ser una cultura y una escritura, eres una artista geógrafa. Besos
ResponderBorrarHola Juan, las fotos las hice hace un año en Dresde, ciudad preciosa, con otras preciosas ciudades alrededor. De ese recorrido ya colgué otras muchas. Un placer que vengas.
ResponderBorrarMuaksssssssss
Mi querida Virgi: Siempre he admirado en tí ese don que tienes de encontrar belleza en cualquier lugar al que mires.
ResponderBorrarMil besos y mil rosas.
Me cautiva tu mirada. Es como si lo escribieras mientras le das al click.
ResponderBorrarBesos de jirafa, de monos, de garzas. De fondo, música azul.
me encantaría vivir en un edificio con aire de blues...
ResponderBorrarY eso es lo bueno que tiene la "mudanza" que nos permite "habitar" diferentes experiencias.
ResponderBorrarLindo tu relato, Virgi!
Merce
Qué mudanza más alegre ¡Me encanta!
ResponderBorrarbesos
Qué hermoso debe ser vivir entre esas paredes donde los animales ocupan un lugar. O donde los instrumentos nos acompañan noche y día. Pero lo mejor, sin duda, es vivir el amor, y ahí no tiene importancia el sitio, cualquiera es bueno. Ay, nuestro querido Romeo, se nos ha vuelto un poco exigente. Un abrazo enorme, virgi.
ResponderBorrarEste comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderBorrarSin lugar a dudas, prefiero la temperatura africana, por mucho que me guste la música.Eres una genia sacándole partido a las imágenes.
ResponderBorrarMe gustan ambas fachadas pero también me quedaría en Africa por el calorcito.
ResponderBorrarEso traen las mudanzas, son como nuevos balcones donde colgar nuevas desesperanzas e ilusiones.
Mejor no mirar por el retrovisor en esos casos ;)
Preciosas fotos Virgi.
Besitos.
Mi querida Eva, ni lo que me alegra esta visita. Ya me cuentas de tus aires berlineses. Un abrazo calentito, del sur, del mar, del volcán
ResponderBorrarMe gustan los barrios que visitas... Debe ser bueno, muy bueno ser tu vecino.
ResponderBorrar:)
Me gusta mucho como enlazas texto e imágenes. Hay mucho arte y mucho que aprender en este blog.
ResponderBorrarMe alegro de visitarte, lo repetiré.
Besos
Virgi, yo quiero estar un mes en una casa y al siguiente en la otra, ¡que delicia!,porque tu texto las hace deliciosas además de bonitas que ya son.
ResponderBorrarBesicos muchos guapa
Formidables fotos y reflexiones.
ResponderBorrarHay casas africanas y edificios musicales.
Pero pocas visiones como la tuya.
Besos.
Sabes Virgi, esa imagen de la luna reflejándose en el mar?, pues algo parecido me han sugerido las fotos de tu entrada reflejándose en los textos, una maravilla.
ResponderBorrarUn abrazo fuerte.
tu si que me alegras a mi...con tu infinita inspiración (que envidia nena) ni sana ni carayo envidia cochina....
ResponderBorrarPero me gusta mucho tenerte cerca ...por si se me pega algo.
Un beso grande..he vuelto a pintar y voy a recorrer tus imágenes...mas besinos
un poco más y se me pasa este post, no me lo hubiese perdonado jamás, aún sin saberlo!!
ResponderBorrarqué casas más chulas y qué texto más apropiado: una maravilla, Virgi!
un poco más y se me pasa este post, no me lo hubiese perdonado jamás, aún sin saberlo!!
ResponderBorrarqué casas más chulas y qué texto más apropiado: una maravilla, Virgi!
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderBorrarLa maravilla es recibir el perfume de las visitas que me hacen.
ResponderBorrarMillones de gracias a todos, les diré a las jirafas que les den un paseo por la zona, mientras la música azul ilumina el recorrido.
Muchos besos. Montones.
Los cambios a veces son para bien, pero otras para todo lo contrario. Aunque no siempre podemos saberlo de antemano.
ResponderBorrarMuy bonitos ambos edificios, aunque también me gusta más la casa africana.
Besos
Ay, el amor! siempre hay que andar como un saltinbanqui para mantenerlo vivo...Yo también me hubiese mudado a la casa azul, es preciosa.
ResponderBorrarMe encanta como bordas tus historias con las imágenes.
Te dejo un beso.
que vuelvan a la casa africana y cuando salgan a pasear que escuchen la música
ResponderBorrarlas casas son preciosas y las palabras que tú les regalas también
Besos