
Llovía sobre el puente.
Inclinado, el horizonte se columpiaba con el río.
Desde mi ventana, veía un panorama nuevo. Los pies desnudos en las maderas, gente entre dos orillas, una barca deslizándose.
Pensé:
-¿Por qué no he venido antes? Me siento parte del paisaje, como una pequeña garza en la lejanía. O como una carpa en el río manso y gris.
Inclinado, el horizonte se columpiaba con el río.
Desde mi ventana, veía un panorama nuevo. Los pies desnudos en las maderas, gente entre dos orillas, una barca deslizándose.
Pensé:
-¿Por qué no he venido antes? Me siento parte del paisaje, como una pequeña garza en la lejanía. O como una carpa en el río manso y gris.

A la mañana siguiente, crucé el puente, recorrí los senderos que bordeaban los campos, y llegué al otro lado de las montañas, donde el viento hacía ondear los arrozales. Las plantas leían las cartas de amor que un amante despechado echó a volar bajo el cielo y el chopo oscilaba como un péndulo con hojas.
Nada me era extraño. Yo era parte de las cortezas y de las raíces, de las gotas y de las ráfagas. Era un pie desnudo, un quitasol, la línea de la montaña, un vestido azotado por el vendaval. La cabaña roja y los granos que iban creciendo.
Ahora, mientras escribo, me acompañan las nubes, la brisa, la noche, los copos de nieve, el sol ocultándose tras la colina.
Chaparrón sobre el puente Oshashi
Utagawa Hiroshige, 1857
Viento en Yeigiri
Katshusika Hokusai, 1830
Nada me era extraño. Yo era parte de las cortezas y de las raíces, de las gotas y de las ráfagas. Era un pie desnudo, un quitasol, la línea de la montaña, un vestido azotado por el vendaval. La cabaña roja y los granos que iban creciendo.
Ahora, mientras escribo, me acompañan las nubes, la brisa, la noche, los copos de nieve, el sol ocultándose tras la colina.
Chaparrón sobre el puente Oshashi
Utagawa Hiroshige, 1857
Viento en Yeigiri
Katshusika Hokusai, 1830
Tu blog se está convirtiendo en un lugar exquisito.
ResponderBorrarBelleza y delicadeza a partes iguales.
Besos.
Muy querido Toro, lo que es una exquisitez son tus palabras. Me hace la tarde muy feliz.
ResponderBorrarBesos para ti. Y gracias. Adornadas con sonrisas.
Mientras escribo me acompaña un cielo gris, pero detrás del gris veo el amarillo del sol que lucirá mañana.
ResponderBorrarUn abrazo.
Niña, es una presiosidad esta entrada. Me encanta pasar por aquí, tu imaginación y esa dulzura es el aliento fresco que hace limpiar cualquier impureza del día.
ResponderBorrarPreciosos los cuadros y lo que te han inspirado.
Hoy con tu permiso te he copiado. Estuve haciendo fotos en el campo y algo me inspiraron.
Besicos muchos preciosa.
Me voy con un regustito muy cálido, me ha gustado tanto leerte!!!
Los grabados están preciosos. Nunca se me ocurrió leerlos y de haber tenido la ocurrencia, jamás me hubiesen salido historias tan bonitas como las que tú haces.
ResponderBorrarSabes Virgi? Cada vez que entro acá, me voy con una sensación de paz muy grande. Me gusta la gente que escribe acerca de las cosas lindas y sencillas de la vida, yo cuando lo hago me escucho cursi.
Un besito.
Mi querida Virgi, esas pinturas denotan la sensibilidad por excelencia. Pero es que, a su vez, tú las has hecho elevar más si cabe, con tu verbo, con tu dulzura, con tu sensibilidad.Te has mimetizado con el paisaje que estando en su sitio, no busca a nadie y,sin embargo,dan ganas de atravesarlo, interiorizarlo. Como lo has atravesado sensorialmente tú, con esa prosa tan elegante que te caracteriza.Cada vez que vengo me siento contenta y me voy siempre esperando más. Gracias.
ResponderBorrarPasé por el link y además he leído todo.No pude dejar de hacerlo. De nuevo gracias. Un bonito abrazo.
Qué bien escribes Virgi.
ResponderBorrarCuanta sensibilidad delicadeza y fuerza a la vez.
Quiero pasear contigo con mis pies desnudos sobre las maderas de ese puente al que tan exquisitamente le cantas.
Te quiero princesa.
Los estampas japonesas son de una delicadeza exquisita, pero tu texto está tan a la altura que se funde de modo natural con éstas e incluso enriquece la visión que de ellas tenía. Un abrazo.
ResponderBorrarQuerida Virgi
ResponderBorrarHermosos y delicados, estos grabados orientales. Y qué bien has hilado el primero con el segundo: pequeña pero gran historia. Gracias por tu sensibilidad y por compartir estas bellas estampas.
Un beso
Sutil.
ResponderBorrarComo el arte y los modales...
Como el ondear de los arrozales.
Sutil manera de formar parte.
Impregnada hasta la intimidad.
Muchos besos
Exquisito, suave, perfecto.
ResponderBorrary Hokusai e Hiroshige! vaya maravilla!
mil besos >*<
Querida Alfaro, me alegra veas ese amarillo. Hay que mirar siempre a lo lejos, al horizonte, por donde sale el sol.
ResponderBorrarBesitos, tesoro.
Hola Nani, ya visité tu rincón...bueno, antes de la visita que llegaba en ese coch. Me fui rápido, no quería molestar.
ResponderBorrarGuiños y besos.
¡Zayi, muchachita! ¿qué es eso de cursi? Para ti no vale, eso seguro. Tu dulzura es real, no un artilugio.
ResponderBorrarUn fuerte abrazo, preciosa, gracias por tus palabras.
Querida Tanci, la elegancia la voy adquiriendo con las visitas que recibo. Sí que son gratificantes.
ResponderBorrarY ese feedback nos enriquece.
Un abrazo bien grande, mayor que antes.
Tecla, linda chica, nos vemos entonces en una de esas orillas y nos damos un paseo, descalzas, bajo la lluvia.
ResponderBorrarMe encantaría, de veras. Podemos quedar cuando quieras. Eres un sol, montón de besos, ¿cómo no quererte?
Mateo, caro, mil gracias.
ResponderBorrarIntenté hacer un texto con la sensaciones que uno tiene de oriente.
No veas todo lo que lo repasé y lo pulí. Si he acertado, y te gusta, con tu sensibilidad de artista, me complace enormemente. Besos occidentales.
Marichuy, el corazón bombea y bombea, pero a veces los latidos parecen diferentes cuando contemplamos la belleza. Debe ser que mi músculo rojo (!) se veía en esas obras.
ResponderBorrarBesitos. Muchos y dulces.
Un placer verte, Juncal.Me dejas unas bellas palabras, me gustan y me gusta que vengas. Mi sonrisa de alegría.
ResponderBorrarHola Rayuela, a ver si he aprendido contigo: *besos*, #sonrisas#, abrazos&abrazos, )gracias( ''por venir''
ResponderBorrar¡¡¡Un buen muak ahora!!!
me encantan los grabados y tu forma de interpretarlos también
ResponderBorrarBesos
Qué bien captada la minuciosidad de la mirada japonesa sobre el detalle.
ResponderBorrarMe ha gustado mucho, y suscribo lo que han dicho algunos lectores de la exquisitez de este rinconcito tuyo.
Intentaré no decirte muchas tonterías en persona ,para no influenciarte negativamente .
Besos.
Ahora, mientras te leo...
ResponderBorrarMaravilloso. Me he quedado sin palabras.
Hay que ser muy sensible para describir de esta manera dos cuadros diferentes e hilarlos para bordar esta historia.
Me llevo un tarrito de serenidad.
Besos
Las pinturas japonesas son muy chulas y tu texto invita a la relajación, muy apropiado e inspirado, imagen y texto perfectamnente engarzados, besos
ResponderBorrarUno de esos pajaritos que llegan a mi blog, eres tu..., me cantas cada vez que me hablas.
ResponderBorrarRegreso a leer tu entrada, me acabo de levantar, preparo café y regreso.
Beso.
viento del este...viento del oeste..esa suave mirada en que la naturaleza esgrime sus credenciales...besos.
ResponderBorrarLas plantas leian cartas de amor...
ResponderBorrarque hermoso te ha quedado, es una delicia leerte.
Un beso.
Preciosa sensación la de pertenecer a algún lugar, el proceso de transformarse en parte de algo que parecía sólo disfrutable desde fuera pero que se vuelve parte de tí mismo. Una maravilla, Virgi, como siempre.
ResponderBorrarSe pueden extraer enseñanzas correctas incluso de los árboles y de las flores, las piedras y los ríos.
ResponderBorrarPreciosa entrada.
Besosssss.
Una pincelada llena de melancolía. Un texto perfecto. Abrazos.
ResponderBorrarQué magnífica identificación con estos delicados dibujos.
ResponderBorrarTal como lo narras, me dan ganas de acompañarte, siendo garza o carpa.
ResponderBorrarMuy exquisito, como ya te han dicho.
Hola Cordelia.
ResponderBorrarTus comentarios me sacan la sonrisa, muy lindos, como tú, lo sé.
Gracias y muchos besos.
Querida Reyes, me podrás decir todas las tonterías que quieras, cielo. Ya soy mayorcita, y además, estoy esperando on ilusión.
ResponderBorrarUn fuerte abrazo.
Muy apreciada Trini, si te sirven esos tarritos, te puedes llevar los que quieras, para mí es una satisfacción. Un abrazo fuerte, tierno.
ResponderBorrarGinebra, me costó, no creas, meterme en el paisaje. Le dí muchas vueltas antes verme cruzando el puente. Muaks y más muaks!
ResponderBorrarIntro, tesoro, gracias por tu doble visita. Y llamarme pajarito es un grandísimo piropo...¡ya quisiera yo cantar algo!
ResponderBorrarBesitos duplicados.
Fernando, un lujo verte por aquí de nuevo. A Pearl S. Buck la leí de pequeña, ese título siempre me trae recuerdos especiales.
ResponderBorrarMontón de gracias a tu visita.
Psycomoro, ¿pero qué dices? Si el placer es mío leyéndote. Tus entradas son en verdad extraordinarias. Lo que yo hago es una minucia. Gracias por tu generosidad, mi ternura a tu corazón.
ResponderBorrar• Con dos bellas reproducciones construyes la sensibilidad... etc
• besos ¿chicharreros?
CristalRasgado & LaMiradaAusente
________________________________
•
Mi bienvenida, Aniki, ahora mismo voy a visitarte. La Naturaleza nos enseña mucho, pero ¡cuánto la obviamos! Gracias por venir, un abrazo.
ResponderBorrarFgiucich, melancolía y serenidad, ganas de ser parte de lo que te rodea. Dejar que el viento nos lleve y la luvia nos disemine. Algo así, gracias por comprenderme. Te abrazo con fuerza.
ResponderBorrarImportantes tus valoraciones. Escuetas, pero muy apreciadas, Pedro.
ResponderBorrarGracias de corazón. Un abrazo grande, grande.
Pues tal vez nos encontremos volando hacia el horizonte. O nadando a favor de la corriente...no sé. Mis sonrisas, María.
ResponderBorrarEl "etc." ¿tengo que imaginarlo? Pues me pongo a ello, estimado Ñoco.
ResponderBorrarBesitos chicharreros, orientales, cantábricos...como prefieras.
Más para ti, a tu gusto.
Me ha enamorado esa suavidad de las palabras.Sin las estampas sería igualmente bello.Muy hermoso,
ResponderBorrarmuy hermoso...
Besos
¿Son dibujos o grabados?
ResponderBorrarPreciosos y muy sugerentes, has sabido aprovecharlos, destila una serenidad delicada este post.
me encanta la estampación japonesa... me he metido mil veces en ella, como Mary Popins con los niños y el deshollinador...
ResponderBorrarHe estado recorriendo algo de tu blog. Mucho arte, muchas fotos, mucha lectura. Me van estas cosas, por eso vuelvo y vuelvo, pero no me animo a hacer el mío...
ResponderBorrarBeso
Apreciado Rubén, no creo que fuera igual ¡las imágenes son tan bellas! Y sin ellas, no me habría inspirado.
ResponderBorrarTe agradezco profundamente tu entusiasmo, muchos besos. Y mi reconocimiento.
esa sutileza para expresar tu pertenencia al mundo, tu comunión con la belleza.. esa sutileza que no rivaliza, que corre paralela y amiga con las imágenes, que acompaña el río en su discurrir y las cabezas de espigas en el viento... tu post es tan bello hoy, Virgi..
ResponderBorrarPues son xilografías, Edgar. Cuando estaba preparando esta entrada, busqué información acerca de los autores, dos grandes artistas japoneses del XVIII/XIX.
ResponderBorrarUn abrazo, gracias por tu interés y fidelidad.
Hermoso lo que me cuentas, Chica de las biscotelas. Estamos tan en nuestro occidente que desplazar el interés más allá parece que nos cuesta mucho. Yo he aprendido nuevas cosas después del post de la India y éste. Seguro sabes mucho más que yo. Besitos
ResponderBorrarPues anímate, Salambó. Ya sólo con ese nombre tienes tema para empezar...sorry...seguro tendrás ya algo preparadillo, eh?
ResponderBorrarKisses kisses kisses
Virgi, cada vez que tengo que dejar un comentario en tu blog me siento como apabullada por tus palabras: delicadas, naturales y precisas al mismo tiempo. Me dejas muda con tanta belleza. Un abrazo
ResponderBorrar¡Ah, Jin, gracias! tu expresividad me llega muy dentro, siento esa mano que escribe unas letras para mí. Y me emociona.
ResponderBorrarVoy corriendo ver qué de nuevo nos regalas. Besos volados sobre la campiña.
Alicia, mi niña, así también me dejas al leerte. Entonces, con este empate, partamos de cero las dos, ok?
ResponderBorrarY aquí no ha pasado nada. Besitos besitos, gracias, gracias.
Y hasta ese puente,
ResponderBorrarllevarte de mi ala.
Quiero ser pájaro.
Para ti, este haiku, con cariño
las líneas de los dibujos complementan perfectamente con tus otras líneas...
ResponderBorrarPercibir como las moléculas del agua serenan las de tu cuerpo, como la delicada presión del aire te renueva de vida y el roce de materias de las que estas hecha te acarician, es encontrar la razón de la existencia “ser mundo e infinita”.
ResponderBorrarMaravillosa “pertenencia” la nuestra.
Siempre me emocionas.
Un abrazo.
Qué delicadeza querida Virgi.
ResponderBorrarCiertamente te ocultas bajo un quitasol y tu vestido se mueve con el viento.
Bello.
Un beso
Imagenes que derrochan tanta sencillez como sentido del sacrificio, del honor, de la pasion y del deber. Trazos sencillos rebosantes de sentimientos, como tus palabras, siempre magnificas, siempre certeras.
ResponderBorrarBiquiños :)
Describes el ambiente a la perfección, me encanta leerte, tus letras son los espejos del alma en estado puro querida Virgi.
ResponderBorrarTu blog siempre fue un lugar exquisito.
ResponderBorrar(¡cómo me gustaría saber y sentir que soy parte de un paisaje!¡y mira que le quiero a mi paisaje, pero muchas veces siento que él no me admite como parte de si).
es muy bello lo que nos cuentas, envidio esa facilidad de meterte en la obra y salir convertida en piedra, pájaro, nube...
ResponderBorrarLinda, Soco, tu haiku es como tú, todo cariño y ternura.
ResponderBorrarMe veo volando contigo sobre el puente, gracias por acompañarme.
Es que me miras, me lees, me comentas, con buenos ojos, Beauséant.
ResponderBorrarSonrío mientras te contesto, besitos. Muchos, muchos.
Muy querida Gaia, tal vez a fuerza de pensarlo (o escribirlo), podamos ser parte sosegada y humilde de la maravilla que nos rodea y a la que pertenecemos. Muy sentidas tus palabras, mil gracias, cielito.
ResponderBorrar¿Y no nos habremos cruzado sobre ese puente, bajo la lluvia y descalzas? ¡Quién sabe, Alex! Somos uno y tantos a la vez...
ResponderBorrarUn abrazo enorme.
Pues con el viento te van mis besos, complacidos y suaves, Merce. Gracias por tus palabras. Me encanta que vengas, da igual que llueva o que haga sol...
ResponderBorrarAdmirada Carmen, hace ya más de un año que nos visitamos y para mí, verte. siempre es muy ilusionante. Gracias por tus palabras y tu semblante luminoso.
ResponderBorrarPero María Jesús, ¿cómo puedes decir semejante cosa? Si eres la personificación de la comunión con la naturaleza, con sus estaciones, las semillas, los frutos, los animales grandes y chicos, el aire, el verdor...
ResponderBorrar...anda, anda...
Es que eres un hada muy modesta. Besos y rayos de sol para ti.
Hola Mar, será la edad, cielito, que me va permitiendo esos lujos. Me alegra que sigas volviendo, yo no puedo hacer lo mismo contigo.
ResponderBorrarUn abrazo
A veces intuyes quien forma parte del paisaje universal al que pertenecemos todos, pero nunca estás seguro hasta que a él o ella lo respiras.
ResponderBorrarTe respiro y siento tus caricias.
Cada día es más bonito lo que escribes.
Un abrazo y gracias por tus sueños.
Chuff!!
Mi querido Zeny, si mis sueños te alcanzan, que sepas que te envuelven con olas y ternura.
ResponderBorrarY que me gusta imaginarte por esas islas de arena y sal. En un barco luminoso y sereno, como el capitán, mismamente.
(es que respiramos atmósferas similares...más besos, más)
Que preciosidad...
ResponderBorrarPoesía.
Besos
Pertenencia... Sí, una buena simbiosis con el entorno. Transmites bien la armonía, la sensación de placidez y plenitud que el entorno produce en el estado de ánimo del personaje.
ResponderBorrarDelicadas las imágenes y la descripción.
Hay una leve sonrisa dibujando el horizonte como vuelo de pájaros nocturnos cruzando la mirada de la casi noche y entre ese tipo de belleza oriental, explotas tu con delicadeza, canalla y dulce como siempre.
ResponderBorrarTe "bikiñeo" ;)
Estoy de acuerdo con Toro en que estás teniendo una temporadade un nivel impresionante
ResponderBorrarQué delicadeza... Tiemblan tus palabras levemente como papel de arroz. Y esa lluvia... esa lluvia fina que parece suceder en otro tiempo. Bellísima entrada, Virgi. Como en el cuento de Yourcenar, parece posible introducirse en esos grabados y hundir los pies en el agua.
ResponderBorrarGracias por estos regalos
Un poema en prosa, exquisito. Virgi en el puente, Virgi en el viento. Virgi dentro de Hokusai, de Hiroshige, susurrando desde allí que las plantas leen las cartas de amor ...
ResponderBorrarBesos agradecidos.
Tu preciosa entrada me ha recordado un cuadro que me pasaron hace poco:
ResponderBorrarhttp://www.npm.gov.tw/exh96/orientation/flash_4/index.html
Hay pinturas que inspiran.
Sobre todo a quienes, como tú, tienen sobrada sensibilidad para disfrutarlo y comunicarlo.
Besos.
Fundirse de esa manera con la naturaleza y darse un baño de sensibidad como el describes es mi mejor desayuno.
ResponderBorrarGracias, Virgi.
Besitos.
Entras dentro de todo, queridísima Virgi, porque tu sensibilidad es extraordinaria. Paseas por los cuadros, recorres las fotografías, pespunteas las estampas..., y siempre con unas palabras bien hiladas, deliciosas. Los dioses del Olimpo te han cogido bajo su custodia y yo que me alegro de que así sea.
ResponderBorrarUn abrazo enorme.
Hola Virgi, gracias por la información que me diste, ahora he buscado más cosas de estos dos artistas tan interesantes.
ResponderBorrarMi agradecimiento otra vez.
Un placer tus palabras, Arantza. Concisas, pero sé que son sentidas. Muy agradecida, un beso grande.
ResponderBorrarHola Shandy, un lujazo verte aquí de nuevo, debe ser que los colores te trajeron volando hasta el puente.
ResponderBorrarMil gracias, un chaparrón de besos para ti.
Tan tierna que me puse, linda Mayte, y me llamas canalla...bueno, como sabes que me gusta y me cae genial, puedes continuar. Un abrazo, encantito. Y bikiños que no falten, eh?
ResponderBorrar¡Ay, Miguel, no seas exagerado, porfi! Son un placer tus piropos, pero mejor no los oigo mucho, seguiré haciendo de carpa en el río..por ejemplo.
ResponderBorrarUn abrazo, :) :) :)
Gracias a ti, Alicia, tesoro, tu sí que tienes la delicadeza de las grafías orientales. El lujo es leerte y que vengas. Muchos besos, sutiles, como papel de arroz.
ResponderBorrarY Virgi que, por unos instantes, vuela acompañada por el Pájaro de China. Hermoso panorama desde tus alas, besos y más.
ResponderBorrarGracias, Mariel, gracias.
Muy estimado Ybris, sabes lo que valoro tus palabras. O al menos así lo quiero pensasr. Gracias, de corazón.
ResponderBorrarEl link que me sugieres ya lo había recibido hace un par de meses. Es impresionante. Y para mí, con los mínimos recursos que tengo de estas tecnologías, también es increíble poderlo contemplar de esa manera.
¡Cuán lejos estamos de esa serenidad oriental!
Un fuerte abrazo.
¡Ñam, ñam, Evita, me alegra acompañarte en el desayuno...un gusto, mademoiselle!
ResponderBorrarBesos con mermelada.
Es que me quieres bien, Isabel, preciosa, y me ves con buenos ojos.
ResponderBorrarYa lo he dicho, así da gusto tener un blog, haciendo amistades llenas de magia.Un fuerte abrazo, me alegran tus días entre el verdor de Paradela.
Tu vuelta me alegra, Edgar. Y si te he servido, más. Para mí es una ilusión compartir, enseñar, aprender...Keep in touch.
ResponderBorrar¡Qué maravilla! Una poética descripción de un paisaje increíblemente bella.
ResponderBorrarSer parte de un sendero, un camino o una vereda es una aspiración. Bueno, corrijo, una aspiración el transmitir la sensación.
ResponderBorrarBellas interpretaciones estas tuyas de los cuadros, de fino perfil en la narrativa.
Un saludo.
Maravilla también que vengas, Arobos. Hasta aquí llegan los latidos de tu corazón generoso.
ResponderBorrarUn fuerte abrazo
Hola Damián, seas bienvenido. Y esas palabras que me dejas van formando la senda que me lleva a devolverte la visita. Gracias por venir. Un beso
ResponderBorrarYo quisiera caminar por ese lugar también.
ResponderBorrarMe contagias.
Abrazos y cariños.
Muy apreciada Clarice, vayamos las dos, creo que allí nos podremos encontrar con gente estupenda que también quiere ir...¿quedamos?
ResponderBorrarGracias por venir. Doblemente te sonrío.
De cómo se salvó Wang-Fo - Marguerite Yourcenar.
ResponderBorrarQue habrás toqueteado eh pillina (para no escuchar la música mal pensá)
ResponderBorrarPero nada, como eres mi consentida, aquí te dejo el enlace que esta al final del post en "regalo pa tus oidos".
Un bico grandototote!
http://www.fileden.com/files/2008/1/12/1693788/Desert-Emilie%20Simon.mp3
¡Ah, Yourcenar!
ResponderBorrarSus Cuentos orientales son maravillosos... sólo un alma universal como la suya podría escribir esas joyas.
Gracias, Alfonso, por traerla, un honor para mí, que ando descalza bajo la lluvia.
¡Qué simpatía tierna que te envuelve, Mayte!
ResponderBorrarAhora sí que la pude oír. Además en Youtube pillé otras cosas. No la conocía, muy delicadamente francesa, me parece. Te agradezco la sugerencia, montón de besos.
!Y que hayas vuelto para dármela!
¡Qué maravilla los grabados y tu texto! Delicioso. Un beso
ResponderBorrar