Abrí la puerta.
No tuve que seguir la señal.
No tuve que seguir la señal.
Salté la valla.
Allí donde el ciprés también escapaba.
Allí donde el ciprés también escapaba.
Di un paso.
Luego otro y otro.
Brillaron los adoquines bajo la sombra de mi cuerpo.
Luego otro y otro.
Brillaron los adoquines bajo la sombra de mi cuerpo.
Mi cuerpo que corría en pos de los rododendros en flor.
De un tren veloz que pasara,
de norte a sur, tal vez,
con ocasos entre colinas y un mar de trigo meciéndose bajo la luna.
En pos de la silueta de las nubes,
de los tilos deshojados en otoño.
O quizá,
y sólo,
por sentir el aroma del río en el remanso.
De un tren veloz que pasara,
de norte a sur, tal vez,
con ocasos entre colinas y un mar de trigo meciéndose bajo la luna.
En pos de la silueta de las nubes,
de los tilos deshojados en otoño.
O quizá,
y sólo,
por sentir el aroma del río en el remanso.
Fotos, Virgi
2010
Hasta que no llegue el tren puedes esperarlo en ese remanso.
ResponderBorrarEs muy apetecible.
Besos.
Acertaste, Toro, aquí mismito estoy. Un beso y otros más por tu puntualidad.
ResponderBorrarUna conjunción perfecta de palabras e imágenes. Un lujo.
ResponderBorrarBesos
De buena gana me acercaba yo a ese lugar y esa palabra perfectos.
ResponderBorrarHay huidas que siempre merecen la pena..., y si el ciprés se escapaba, además, era una huida bien acompañada, no pudiste elegir un compañero más elegante.
ResponderBorrarBesos.
Siempre maravillándonos con tus letras y tus fotos que son alhajas...
ResponderBorrarSaludos y un abrazo enorme.
Di un paso, y algún que otro traspié pero siempre hay trenes y andenes en cuyo remanso, los viajeros inquietos encuentran sus mares de trigo y un caudaloso río en el que encontrar la sombra de su cuerpo.
ResponderBorrarBesitos linda y buen fin de.
Bello post.
Me gusta este poema visual, un abrazo pequeña!!
ResponderBorrarMe encanta la foto del lago y cómo has ido intercalando las imágenes con el texto.
ResponderBorrarUn abrazo.
Vengo pensando que no me sorprenderás y tate! siempre lo consigues. Has hecho un bellísimo recorrido.
ResponderBorrarLa relación texto-imagen es estupenda.
ResponderBorrarEncuentras el camino y haces que los que leemos también encontremos uno.
Abrazos!
Gio.
Un placer tus piropos, querida Trini.
ResponderBorrarGracias, linda. Besitos
¡Si supiera por donde cae, te avisaría, María Jesús!
Un abrazo
¡Qué ingenioso, Caminante! Tienes razón, con las prisas no había reparado en su elegancia. Sonrisas muchas
Qué preciosidad.
ResponderBorrar¡"Alhaja", Hiperión! Me encanta esa palabra y hace tiempo que no la uso...lo tendré presente. Gracias, también besos
ResponderBorrarMuy querida Eva, nos cuesta llegar al remanso, pero en algún momento aparece ante nuestros ojos. Espero nos encontremos en uno de ellos. Entretanto, besos y cariños.
Linda Calipso,mis sonrisas una vez más por lo de "pequeña". Muak fuerte a tu sensibilidad
¡Con las delicadeces que tú nos muestras, Alfaro! Es que la generosidad ya te la intuía, sí.Un gran beso
ResponderBorrarPerseverante Edgar, gracias. Tú si que me sorprendes, que aún no sé dónde visitarte. A lot of kisses
Un lujo tu visita, Gio. Mil gracias.
Sigo tus pasos
Hola Fusa, me alegra esta visita inesperada. Ahora mismo te la devuelvo. Mi satisfacción por tus palabras. Un abrazo
Tus fotos son casi tan buenas como tus textos ¿o es al revés? Bueno no importa en todo caso.
ResponderBorrarRododendro una palabra tan bonita como la planta ¿o acaso es al revés?
Cuando la belleza nos rodea poco importa.
Besos
Tu instintiva escapada nos conduce a un apacible remanso... y ahora que estamos allí un libro de poemas, mirar como pasan las nubes, dejarse llevar por el la berinto de reflejos...Un afectuoso saludo.
ResponderBorrarSi quieres me sienro a tu lado y te hago compañía, te prometo no hablar mucho y te prometo que no te empujaré al subir al tren... yo también ando en la espera.
ResponderBorrarUn besito
Saltar por un prado verde, tumbarse en la hierba y descubrir las formas que nos muestran las nubes...luego, correr para coger el tren que me lleva a la fantasía....
ResponderBorrarTu escrito me ha recordado un momento feliz y te doy las gracias por ello.
Besos
me encanta ese remanso y los árboles reflejados en el agua
ResponderBorrarbesos
Los pasos y nuestro ser, llega a donde con deseo se espera ir, pero además dicho tan bonito la meta es una delicia.
ResponderBorrarLas fotos son preciosas.
Besicos muchos.
Virgi querida
ResponderBorrarUn recorrido en perfecta sincronía, que termina en el mejor lugar: el río... cuyo aroma, junto a ti, pude aspirar desde este lado del Atlántico.
Un beso
¡Qué hermosura de texto y qué preciosidad de fotografías! Todo en perfecta simbiosis.
ResponderBorrarSon hermosos los rododendros. Athena, me provocas un recuerdo. Hace un par de años, tuve que ir a Bergen. Entrando en la ciudad, era todo una maravilla de arbustos floridos que nunca había visto. Me deslumbraba la generosidad con que se ofrecían. Sin saber su nombre, recordé "rododendros", por la lectura de Proust y alguien más que ahora no sé. Era una palabra que me parecía muy sugerente. Total, que al verlos en Bergen, en plena primavera, me dije: "Seguro son los rododendros que he imaginado". Y eran.
ResponderBorrarMe dió mucha satisfación, fue como un ¡flash!
Un abrazo
Cuando la paz nos rodea, también se acerca la belleza. Gracias por venir, Mateo. Un placer.
ResponderBorrarQuerida Zayi, pues podemos quedar para vernos en el remanso. En silencio, seguramente también nos comunicamos bien.
Un abrazo, maravilla
Me alegra lo que me dices, Arantza. Estupendo cuando un estímulo externo nos lleva hasta esos mundos de fantasía, llenos de color y dicha. Besitos, muchos,
muchos
¡Pues hacía un frío, Cordelia! En verano seguramente se presta para algo así. Nos vemos, entonces, en un sitio así. Sonrisas
Hola Casa encendida, ya quisiéramos poder hacer los recorridos que deseamos con tanta facilidad, ¡ay!
ResponderBorrarAl menos, no perdamos las ilusiones.
Besos y más besos
Querida Marichuy, si hoy me doy un baño en la playa, te mandaré unas gotas de mar y algunos granos de arena. Así tendrás mejor estos aromas oceánicos. Guiños y sonrisas
Tenía las fotos de hace un par de semanas. Las voy viendo y voy pensando qué hacer con ellas. Hasta que un día, ¡zas!, se me ocurre algo. Me alegra mucho tu opinión, Isabel. Te sigo, te llegarán muchos besos
viaja tu cuerpo a la velocidad del viento, ese que se deliza a veces frío, a veces tibio por tu piel
ResponderBorrarun abrazo
Puedes aprenderte un poema de memoria pero si cada vez que lo recitas y en voz alta suena distinto detras de él hay una mano mágica.
ResponderBorrarMuchos besos
que buenos montajes virgi, me quedo con la puerta y esa cerradura, el paso visto desde arriba, genial.
ResponderBorrarMundos dentro de otros mundos... hacia un lugar donde reina la paz... un viaje externo e interno a la vez...
ResponderBorrar• A lo hecho le llamaría sacar el mejor jugo de las fotografías.
• Ya te lo dicen: un poema visual
• ...desde PH
CristalRasgado & LaMiradaAusente
________________________________
•
No me importaría escaparme contigo a esos sitios que muestras... precioso post. Besos
ResponderBorrarViaja mi cuerpo a través de las palabras. De las que escribo y de las que leo. Un abrazo para ti, Ana Sáenz
ResponderBorrarGracias por escribirme con tu mano mágica, Rubén. Montón de besos
¡Qué lindo, Ángel! Tus comentarios son espontáneos como tú mismo. Sonrisas por un tubo
¿Esos mundos que plasmas en tus dibujos, Manuel? Voy pa'llá ahora mismo. Kissses, kisses
ResponderBorrarDesde el río (¿o la ría?), serena en el remanso, te sonrío, querido Ñoco.
Un abrazo
Bueno, Ginebra, ya somos unas cuantas. Cuando nos pongamos de acuerdo por ahí nos vemos. Gracias, linda. Un beso fuerte
He leído tus imágenes visto tus palabras... bellísimas.
ResponderBorrarbesos
Tras tan agudo y profundo mirar no sé si sentirme ciego o admirarte.
ResponderBorrarBesos.
Vaya buen recorrido de colores que te has hecho.
ResponderBorrarBuenas fotos.
Besitos.
Viniendo de ti, De cenizas, con esas deicatessen que nos muestras, es una satisfacción leerte. Gracias
ResponderBorrarEstimado Ybris, ni lo uno ni lo otro. Me basta y me sobra con tus visitas, serenas y maduras. Un abrazo, corriendo en pos de los rododendros, hoy húmedos por la lluvia.
Bien recibida siempre, Tesa. Creo haberte dicho más de una vez que sonrío al ver ese gato convertido en león. Quizá por eso voy al río, a ver qué imagen me devuelve.
Del calor al frío, del interior al exterior, para encontrarnos en lo más intimo.
ResponderBorrarEse es precisamente el camino que yo también quiero seguir.
Gracias, Virgi.
Mis gracias a ti, Xuan.
ResponderBorrarEl recorrido no nos lleva siempre por donde deseamos. Incluso, damos vueltas y más vueltas sin encontrar la salida.
Aprovechemos los resquicios por donde entra la luz y vemos la vida. Un abrazo
¡Dios, Virgi! Cuánta belleza. En tus palabras, en tu composición y en la elección de tus fotos. Gracias por ofrecérnoslas. Me ha encantado especialmente porque, adivino una serenidad y una paz serena y excelente a través de toda tu composición.
ResponderBorrarTe mando un beso envuelto en aroma de flores de dododendro.
Me gustan los remansos, cuando suponen un tránsito. Necesito viajar (aunque sea hacia adentro) y el tránsito es un estado que me llena e inspira.
ResponderBorrarY me gustan esos rasguños, rápidos, incisivos, de frases con que construyes el recorrido, desde la puerta hasta el remanso.
Haces verlo y sentirlo, Virgi. Me gusta, releo.
Un abrazo.
Hola Tanci, me acaba de llegar ese beso ultra aromático. Me alegra que te haya gustado tanto. Ahora un buen abrazo, cielo
ResponderBorrar¡Hi, Fernando! A mi me gusta alternar remansos y recorridos. En los primeros sedimento lo que aprendo en los segundos. Y luego están los remansos/recorridos, cuando logramos estar en ambas cosas de forma equilibrada (en mi caso no tan fácil, je, "una cosa es hablar y otra sembrar trigo"). Bueno, que necesito conocer otros lugares, pero también serenarme en mi cuevita.
ResponderBorrar¡Vaya, me haces hablar más de la cuenta! Un abrazo bien grande
Paso este domingo ya casi de noche... como siempre, siempre me encuentro alguna maravilla en forma de letras y fotos.
ResponderBorrarSaludos y un abrazo.
El secreto recae en el andar no en la meta, en la exaltación de los sentidos no en el estoicismo, en el atrevimiento no en el desaliento.
ResponderBorrarUn recorrido hermoso este tuyo querida Virgi.
suena un poco a huida, pero suena bien...
ResponderBorrarSi es un deleite para ti, Hiperión, tienes siempre la puerta abierta. Sonrisas
ResponderBorrarQuerida Gaia, andando encontramos alicientes para seguir, dudas para pararnos, agujeros donde caer. Pero el camino sigue y hemos de seguir con él. Que tengamos decisión para disfrutar y aprender de nuestros pasos, es lo deseable. Con esos deseos, tesoro, te voy dejando besos por el sendero.
Sí, puede ser también una huida. Pero hemos de recordar aquello de "una retirada a tiempo es una victoria". Quizá en la huida encontraremos las piezas que nos faltan. Un abrazo, Beauséant
La última foto es una maravilla! esa herradura verde conteniendo el espejo de la vida y abrazando las palabras, he disfrutado mucho!
ResponderBorrarGran remanso de belleza e intensas sensaciones querida.
ResponderBorrarMe maravillas, una locura de bonito el conjunto mujer.
Grandes abrazos te doy.
jO, QUÉ BONITO este paseo.
ResponderBorrarBesitos.
Qué bello, Virgi!
ResponderBorrarOjalá la vida fuese dejando señales -aunque fuesen de humo- por los caminos que hemos de seguir para llegar a ese remanso...
Por ahora abro esa puerta y sigo tus pasos. Es fácil, seguro que tus huellas tienen forma de estrella
Bajo la sombra de tus palabras se acunan todos los deseos...muy bello, mucho.
ResponderBorrarBikos Virgi.
Siempre es refrescante saltar la valla y bañarse en el río.
ResponderBorrarSalud.
Un placer que disfrutes, Inés, y un halago. Mil gracias. Ojalá los remansos fueran reales, para coger aire y seguir adelante.
ResponderBorrarMuy querida Carmen, extrañaba tu semblante...¡claro! con esos trabajos espléndidos que nos regalas no tendrás mucho tiempo sobrante. ¡No sabes bien cuánto me haces aprender! Una gozada que vengas y me mimes así. Besitos muchos, tesoro
Gracias también por venir, Reyes. Sigo tus pasos entre bambalinas, cítricos y reflexiones geniales. Un fuerte abrazo
¡Uy, que bonito, Alicia! ¿sabes que soy una enamorada del cielo? Estudiar las constelaciones, las estrellas, ese firmamento infinito, me subyuga. Polvo de estrellas para ti, cielín
ResponderBorrarBien, Mayte, pero para deseos, tus entradas, tan poéticas, sensuales, epidérmicas. Besos y sonrisas.
¡Enrique, qué bien! Ya me gustaría bañarme en un buen río, sólo lo he podido hacer un par de veces en mi vida. Seguiré saltando vallas, a ver si caigo en una poza refrescante. Un abrazo, montón de gracias
Siempre es bueno pasear adentrándose en lo que está fuera para descubrirnos por dentro.
ResponderBorrar¡¡Qué preciosas escenas minúsculas!!
ResponderBorrarEs un gustazo dejarse pasar por aquí.
Madre mía, ese mar de trigos meciéndose bajo la luna, debe de ser para arriar velas y navegar en dirección a la luna.
ResponderBorrarPrecioso collage.
BESOS, Virgi.
Entre palabra e imágenes se desliza mi espera.
ResponderBorrarHermoso!
Para luego valorar más lo que encontramos fuera. Un continuo.
ResponderBorrarAbrazos, Pedro
¡Hola Miguel! Tus visitas siempre me traen la alegría con que te imagino, Besos, me alegra que te guste pasar por aquí. Sonrisas. Muchas.
Mi querida Virgi: Creo que todos vamos haciendo ese camino para intentar alcanzar las pausadas aguas que nos devuelvan la calma.
ResponderBorrarGracias por tus palabras y por estar ahí.
Mil besos y mil rosas.
Virgi, en ese remanso, unos patitos y gallinas de agua dulce, se te pasan las horas en unos minutos.
ResponderBorrarBesos.
¿Sabes Pacokafka que te esperaba? Pues ya que llegaste, te invito a ese mar de trigo, en pos de la luna.
ResponderBorrarBesitos, gracias, tesoro
He ido a verte, Diana. Me has dado una alegría con tu vuelta. Espero tus nuevas entradas, besos a tu delicadeza
Querida Malena, tenía ganas de volver a sentirte, tan tierna y cariñosa siempre. Gracias a ti por recordarme. Te sigo, maravilla, ya fui a dejarte un abrazo
ResponderBorrar¡terry, qué ideal genial, no se me había ocurrido!¿Y si luego pasa Don Quixote, tendré algún problema?...
Sonrisas para ti
cielo cristal, agua de luz, ecos de silencios... un gran abrazo Virgi
ResponderBorrar(Estaba un poco perdida en la carretera y en mi)
Virgi los deseos se hacen realidad. Tan sólo hay que saber a ciencia cierta que deseas... y esto significa que uno ha de comunicarse con su esencia, y su esencia está en el inconsciente. Todo lo que ocurre no es más que el reflejo de nuestro inconsciente...
ResponderBorrarEl que ama siempre tiene presente al otro.
El que manipula sólo se tiene presente a si mismo, siempre.
Así pues, los caminos serán los que uno se vaya marcando, y no otros, y siempre para aprender... si es que se quiere, claro, y si no también, porque cuando tiene que ser, va a ser... en esta vida o en otra... hasta que despiertes...
Ya que hablas de cipreses :))
Y si, Virgi, tanta humildad, bastante más aún...
Corazones, miles :)
Tener abierta una puerta para colmarse de esas sensaciones es un lujo.
ResponderBorrarLo bueno es seguir el instinto y no tener que flanquear ninguna.
Los aromas son y serán sustanciales.
Me alegra verte, Cindy. Y si has encontrado el camino que buscabas, estupendo. Un abrazo, linda
ResponderBorrarHola Haideé! En eso estamos, en caminar y aprender. En caer y alzarnos. En mirar hacia dentro y hacia fuera. Como dice Morin: "Somos islas de certezas en un mar de incertidumbres". Besitos besitos
Un lujo leerte, Tinta. Siempre habrá que abrir algunas puertas y cerrar otras, no crees? Un abrazo
No nos engañes, Virgi, éso es un estanque. Pero lo que es maravilloso es ese sentir del remanso en el río. Hoy, y estos días, me acuerdo del acoso del agua en vuestras afortunadas islas, donde el remanso es lo último que llega y, desgraciadamente con tragedia.
ResponderBorrarBesos.
Precioso. Muchas gracias por ofrecérnoslo.
ResponderBorrar¡Ay, Sofía, qué ojo que tienes! Así estás a lo que estás. Bueno ni es charca ni es río, es un pequeño canal al lado del Zwinger, en Dresde.
ResponderBorrarY sí, el agua aquí ha causado grandes destrozos, barrancos desbordados, que reclaman su espacio, su tránsito de milenios.
Un abrazo para ti, otro a tu perspicacia.
Un placer que te haya gustado, Ismo. En ese remanso sólo me faltaria un buen blues. Gracias por la música.
Gracias por pasar por mis letras. Te leeré e iré conociendo las tuyas.
ResponderBorrarSaludos.
Un foto-relato sorprendente :)
ResponderBorrarMe gusta la secuencia, el desarrollo, la creatividad y, ese remanso de agua que se vuelve un espejo de tranquilidad.
Muy chulo :)
Esa magia de combinar tus letras con tus imágenes es hermosa. Tus fotos son sencillas, cálidas, se sienten tan íntimas y nuestras.
ResponderBorrarAbrazos cariñosos.
Lunática, un placer que hayas venido, gracias y besos.
ResponderBorrarHola Merce, tengo un paquete de fotos que hice en Dresde en navidad. Según iba viendo alguna, iba pensando el texto, hasta encontrarlo a mi gusto. Me alegra que te haya gustado, muchos besos, muchos.
Clarice, ya en la anterior respuesta cuento cómo me salió. Tengo una cámara de "andar por casa", así que me gusta lo que me dices. Un abrazo, gracias por la cercanía
Mejor quizá que somos incertidumbres que todavía no han encontrado su isla... pero no todos claro, los hay que ya son el faro :)
ResponderBorrarDesde el faro, sin arrogancia, no puedo, el sufrimiento para llegar a serlo no me lo permite :)
Fue un agradable paseo por la palabra y las imágenes. Radiantes colores, rojos y verdes, tambien lunas y ocasos, cierta melancolía. Cruzo el campo de trigo y me detengo en el fresco verde del agua y del campo. Muy bello
ResponderBorrarBesos
Y aún siendo islas ínfimas, seguiremos con las incertidumbres. Haideé, un abrazo
ResponderBorrarQuerida Shandy, alcanzo a verte cruzando el trigal. Me alegra que hayas el hecho el recorrido con colores, luz, alegría. Nos vemos, pues, en el remanso. Será un placer.
Besos hasta entonces