domingo, 6 de marzo de 2016

Quimeras





En la penumbra de la sala, florecían sus sueños. Una vez era aviador, otra enfermera o bailarina del Bolshoi. Más tarde iba en globo, se batía con los mongoles o era una dama absorta ante el desfile de los Magos en la cámara de los Médicis.
Soñaba también con ser una africana -sola, tan sola- en medio del desierto, o aquel intrépido navegante estudiando las estrellas noche tras noche
Al salir, el polvo de las viejas paredes le oscurecía los sueños.


Foto y texto, Virgi